3 ago 2014

Exit through the gift shop #Arteenelcine

Decimoctavo domingo de la sección #Arteenelcine
 

Exit through the gift shop
Banksy
2010


 

Cambio de protagonista: de Banksy a Thierry Guetta

Exit through the gift shop tiene un peculiar comienzo, si en un primer momento el espectador pensaba que el protagonista sería Banksy, éste revela en penumbra cómo surgió la película y el giro que tuvo lugar: "La película narra la historia de lo que paso cuando un tipo intentó hacer un documental sobre mi, pero ahora está tan desinteresado en ello como yo. Así ahora la película será acerca de él. No era lo inicialmente planteado, pero probablemente sea mejor así".


El tipo al que Banksy se refiere es Thierry Guetta, un francés que se trasladó en los años ochenta a vivir a Los Ángeles y que regentaba una tienda de ropa vintage con bastante éxito. Thierry tenía una peculiar costumbre, no separarse de su videocámara, llegando a reconocer que era una obsesión grabar todo lo que ocurría a su alrededor.

En 1999 en unas vacaciones familiares en Francia, descubrió a su primo montando unos mosaicos del videojuego "Space Invaders" y comenzó a grabarlo incluso lo acompañó por las noches a ponerlos en la calle. Su primo era el conocido "Space Invader", uno de los protagonistas del nuevo movimiento llamado "street art" que a través de graffitis, pegatinas, plantillas, póster y esculturas dejaban su impronta, y que con la llegada de Internet, su expansión fue aún mayor al poder ser compartidos estos efímeros trabajos con millones de espectadores. Desde aquel verano la vida de Thierry cambió por completo, su primo le presentó a otros artistas que estaban trabajando en Francia para que también pudiera grabarles.



Thierry un cómplice en las noches de graffiti

"Me encantaba filmar por la noche porque era una mezcla de miedos, con la novedad de filmar lo que nadie veía y además eras parte de algo ilegal y podían detenerte, estabas en peligro", indica Thierry.

Thierry estaba en el lugar correcto y en el momento preciso, el arte callejero necesitaba ser documentado, y todo lo que se necesitaba era alguien con una cámara, por lo que la figura de Thierry encajó perfectamente en este nuevo movimiento. Sin embargo Thierry buscaba algo más, quería grabar a alguien a quien no hubiera conseguido, y ese alguien fue Shepard Fairey, con quien su primo había quedado en Los Ángeles. Shepard, conocido por transformar la cara de un desconocido senador en un icono mundialmente conocido, era en el año 2000 el artista urbano más prolífico del mundo ya que había desplegado más de un millón de imágenes por todo el mundo con la palabra OBEY. Esa noche Thierry comenzó a grabar a Shepard, a quien le gustaba tener material suyo grabado y sobre todo tener a alguien que vigilase mientras él hacia sus intervenciones. A los diez meses, Shepard le preguntó a Thierry cuál era el objetivo de filmar tantos acontecimientos, a Thierry se le ocurrió contestar que iba a hacer un documental sobre arte callejero y empezó a viajar por todo el mundo con Shepard y a grabar cada una de las intervenciones de éste. Como indica Shepard, no sólo grababa, era cómplice, ya que lo acompañaba, e incluso subía a los sitios con él para capturar el mejor ángulo.



Thierry fue conociendo a más artistas como Seizer, Neckface, Swoon, etc. quería hacer un documental y quería conseguir al máximo de artistas posibles. Pero uno se le resistía. Había oído hablar de Banksy pero nunca había conseguido conocerle y cuando preguntaba por él todos le decían que sería imposible grabarle. Para Thierry se convirtió en una obsesión. Casualmente Banksy fue a Los Ángeles en 2006 y Shepard le dijo que había un francés, primo de Space Invader que conocía los mejores muros de la ciudad y podía ayudarle. Le llamaron y Thierry corrió a prestar sus servicios a Banksy para todo lo que necesitase en la ciudad, llegando a convertirse en indispensable para Banksy, quien nunca había dejado a nadie grabarle, pero a Thierry le dio permiso siempre que enfocara a las manos o a la espalda. 

Tras su estancia en Los Ángeles, Banksy invitó a Thierry a Inglaterra, le pareció bien empezar a grabar en vídeo sus trabajos, aunque el círculo cercano a Banksy no vio con buenos ojos la presencia de Thierry, al final, cuando Thierry empezó a grabar las reacciones de la gente ante los trabajos de Banksy, fue plenamente aceptado.

"Thierry fue una especie de liberación, hasta entonces lo tenía todo oculto, pero tenía que empezar a confiar en alguien", afirma Banksy.

Su fracaso como director

Banksy regresó a Los Ángeles para convertir un almacén en su primera exposición en EEUU. Una inauguración que fue todo un éxito de críticas y de afluencia, donde había un elefante pintado de color rosa con pintura infantil, el animal generó gran controversia y aumentó aún más la afluencia de público durante los tres días que duró la exposición. Desde aquel momento los precios de las obras de los artistas de arte urbano en subasta comenzaron a incrementar notablemente sus precios, los coleccionistas querían entrar en el nuevo mercado. El arte urbano se había convertido en una mercadería de gran lujo, todo se había vuelto una locura pero Banksy quería frenarlo, decía que no todo era dinero y le dijo a Thierry "tú tienes el material, tú puedes contar la verdadera historia, de qué va este arte, no va de fama ni de dinero. Ahora es el momento, tienes que sacar la película". Thierry tenía la misión de transformar miles de horas de grabación en el épico documental que llevaba tanto tiempo prometiendo. Seis meses después presentó una cinta de 90 minutos a Banksy titulada "La vida a control remoto". A Banksy no le gustó el resultado, llegando a decir que "era hora y media de trailers de pesadillas imposible de ver", por ello le sugirió a Thierry que hiciera algo que se pudiera ver ya que tenía imágenes de algo que nunca ocurriría de nuevo, incluso se ofreció para ayudarle, por lo que Thierry le dejó algunas cintas y se regreso a Los Ángeles.


Thierry estaba entusiasmado con su nueva tarea tras su conversación con Banksy: convertirse en artista urbano, por lo que comenzó a crear su alter ego y su propio estilo. Se dio cuenta que todo el arte urbano era un lavado de cerebro a la sociedad, por ello se autodenominó el señor lavacerebros, Mr. Brainwash firmando con las iniciales MBW. Al cabo de unos meses abandonó su negocio y vendió todo lo que pudo para dedicarse al arte, invirtiendo en un enorme estudio con equipos y personal permanente capaz de producir piezas de MBW en una escala comercial, siguiendo el modelo de Damien Hirst y su estudio. Thierry llegaba a su estudio con su idea y su taller tenía la misión de hacerla realidad.


 

"No parece haber reglas para ser artista"

Cuando tuvo una producción importante, pensó en hacer un gran show como el que había organizado Banksy, quería hacer algo que no defraudase a Banksy y lo tituló "Life is beautiful" transformando un local cerrado en un gran espectáculo de arte callejero llegando a gastar todo el dinero que tenía. Sin embargo, una semana antes de la inauguración, cayó y se fracturó el pie. En aquel momento se percató de la grandeza de lo que quería llevar a cabo, él nunca había expuesto obra y estaba montando un gran show en la ciudad. Banksy se enteró de la caída de Thierry y decidió enviarle a dos personas para ayudarle en la organización y en la logística de la inauguración. Thierry pidió a varios amigos que le ayudaran con la promoción del evento, entre ellos a Banksy, quien escribió una frase y la envió a sus contactos por email, Thierry la imprimió en una gran lona. Los medios de comunicación se hicieron eco del evento, llegando a aparecer en prácticamente todos los medios de la ciudad, incluso llegaron a preguntarle por los precios de las obras, y en ese momento Thierry por primera vez fue consciente del valor de sus trabajos. Thierry trabajaba a contrarreloj para tener toda la inauguración montada, pero aún el día de la inauguración no estaban todas las obras colgadas y ya había una gran cola de personas esperando la apertura. Su equipo estaba muy tenso y cabreado por la poca previsión de Thierry y sus continuos cambios en la toma de decisiones. A pesar de todo la inauguración fue un gran éxito, más de 4.000 personas asistieron y Thierry se convirtió en la nueva estrella de la ciudad. A la semana había vendido obras por un millón de dólares, le llegaron a decir que era tan bueno como Banksy y Thierry se sintió realmente aceptado como artista. El éxito fue tan grande que se amplió el tiempo de la exposición de 5 días a dos meses.

De esta rápida consolidación de Thierry como artista, se hace eco él mismo diciendo "con el tiempo verás mi creatividad, verás si soy un auténtico artista o no". Asimismo, tanto Shepard como Banksy indican que quizás fue un poco prematura la reacción de Thierry de "creerse un artista" e incluso Banksy se muestra perplejo, "quizá el arte sea una broma", "no parece haber reglas para ser artista" y sobre todo, arrepentido de haber animado a Thierry a hacer arte.


5 puntos clave de Exit through the gift shop:

· Documental dirigido por Banksy, pero él no es el protagonista, el protagonista es un desconocido que extrañamente llega a ser una estrella del arte urbano. 
· Interesante documental para analizar cómo se vendió Thierry, cómo llevo a tanta gente a su inauguración y cómo vendió con precios elevados sus trabajos.
· Mr. Brainwash ejemplifica la parte más comercial del arte urbano, y rompe con la base de esta manifestación. Si nació como una forma de rebelarse a la creación artística y a la institución "arte", al final ha acabado cayendo en ella, llegándose a vender en subastas y siendo expuesta en galerías de arte. Vivimos en una sociedad capitalista, capaz de absorber aquello que a priori estaba en su contra e institucionalizar las transgresiones.
· Documental realizado a partir de vídeos amateur.
· La reflexión que pone encima de la mesa Banksy sobre la figura de Thierry y su supuesto arte, basado en gran medida en copiar obras de otros artistas, contemporaneizarlas y hacer una gran campaña de marketing.


Sección: 30 Domingos de Arte en el cine


1 comentario :

Miguel Ángel dijo...

La película me ha encantado